Está en marcha un gran debate – y de hecho es justo admitir que ya está realmente muy, muy, muy, pero muy lejos – encendido por unas líneas publicadas por el tabloide israelí Shlalom, dedicadas al famoso tenor cross-over, André Bobassi, reconocido mundialmente por sus varios éxitos, como por ejemplo Ansío tu sudor; Lo sudo por Dios; Nena, te sudo que es verdad y Todo lo que necesitas es sudor.
También es famoso por haber nacido ciego.
A pesar de los tenaces intentos maternos de forzarlo dentro del mundo literario, acaso alentada por la esperanza (y el temor también, pues ambos son inseparables) de criar un futuro Milton o un bifurcado Borges, el velado mancebo fue seducido (cuestionadoras voces críticas arguyen que dados sus escasos dones musicales, es baladí pensar en una seducción, mas no en repetidos abusos o quizá hasta humillaciones) por el canto de las nueve hijas de Zeus; fue aquella vocalización griega la que determinó que la música habría de ser su propio destino, y nuestra condena.
Justamente es éste el tema circuncidado y tocado (y un poco más también, según fuentes diversas) por la edición dominical del Shlalom:
“… es debido a estas razones, y a otras también, que hemos obtenido firme evidencia para creer, y luego dar un paso hacia adelante para afirmar, que el Maestro André Bobassi no es ciego. Fuentes de la industria musical le han asegurado a este mismo olimpo periodístico que su ahora falsa y expuesta ceguera no es más que una vil estratagema hija de la codicia, perpetrada por su management team, diseñada y confeccionada para ocultar y superar las más que pobres condiciones vocales de André, además de sus inexistentes habilidades técnicas. Una vez que su discapacitada condición hubo sido instalada en el subconsciente de las masas, esa divina trinidad encarnada por los sentimientos humanos de compasión, piedad y misericordia, transformaron efectivamente a ese rebaño de probables consumidores en una fácil presa para el mundo capitalista, encarnado, o mejor dicho, disfrazado con los ropajes de la industria musical. Tales emociones instintivas, que en ocasiones salvan vidas, fueron básicamente utilizadas para lograr el éxito del desdichado-falso-ciego-cuasi-cantante; un desvozado fraude devenido en romántico y extravagante producto sudoroso”.
Pero, ¿es verdaderamente ciego el Maestro André Bobassi? ¿Es posible no nacer ciego, y luego, por medio de una maniobra marketinera, volverse así? ¿Es humanamente posible? ¿Es la así llamada trilogía divina, encarnada en la piedad, la compasión y la misericordia, capaz de destruir la verdadera y trascendente percepción artística? ¿Está aceptado por el ojo de la Iglesia? ¿Cuántos ojos tiene la Iglesia? ¿Acaso puede la Iglesia ser ciega? (2)
El Doctor, PhD y Profesor de la Saint Andrews of the Hills University, Dev Grandashenak, tiene algo para compartir al respecto. Luego de degustar un exquisito chocolate generosamente convidado por el bengalí Dev, reproducimos sus palabras:
“Como hombre de ciencia a quien le encanta compartir un dulce con aquellos que me dan un espacio tan valioso como este Opus Magnum, comenzaré por enumerar algunas de las diferentes variaciones que deben ser consideradas en lo que a la probable ceguera del celebérrimo artista se refiere:
• Nació ciego
• Se volvió ciego debido a un accidente o falla de su propio sistema inmunológico
• Nació ciego debido a que su ánima inmortal sabía de antemano que su voz no sería apropiada para tales empresas operísticas; por ende, su sabia alma, por decirlo de alguna manera, eligió nacer con un velo extra sobre sus ojos, para poder aprender y triunfar, superando así toda limitación posible
• Una positiva inclinación afectiva hacia Stevie Wonder y José Feliciano; fue a través de esta afectación que se privó a sí mismo del sentido visual gracias al todoconquistador poder del deseo y la codicia emocional
• Sus publicistas, perpetrando un macabro plan, le infligieron tal deficiencia únicamente debido a la codicia
• También, puede ser que… disculpas, me quedé sin chocolate. Vuelvo en unos instantes.”
Durante su ausencia, nos focalizamos en algunas palabras de Julia Huthensrothengerber, pronunciadas defectuosamente en mandarín (pero que aquí reproduciremos non verbatim en castellano) debido a que apenas lo ha estado estudiando por unos modestos cincuenta y cuatro años. Ella es, actualmente, una de las más influyentes eruditas en la escena escolástica-religiosa. Dijo:
“Falso. Canta horriblemente, y su ceguera no es más que una máscara para empujar a su público a un caos de piedad y codiciosa compasión; el lema que todo vendedor bien conoce se aplica a este caso: ‘Si no puedes vender a través de la palabra y el encanto, recurre a los largos brazos de la lástima’.”
Mientras tanto, como provisoria muda respuesta, desde sus cuarteles generales en Zürich dicen:
“Nada que comentar”
Contrastando con la neutralidad suiza, leemos la pasión proveniente de su club de fans:
“¿Cómo alguien puede llegar a imaginar o simplemente considerar que semejante estrategia puede ser perpetrado con el solo objetivo de vender 189.546.546.135.465.795,8 de copias? ¡Es escandaloso!”
Pero tanto va el cántaro a la fuente, que ésta se rompe y nos revela que siempre, pero siempre, el origen contiene todos los futuros posibles, ofreciéndonos así la mejor versión de este disparate dialéctico-especulativo: el testimonio del mismísimo artista en cuestión, el Maestro André Bobassi. Fue él mismo quien escribió una misiva aparecida hoy en la temprana edición del The New York Hourglass. El único escollo encontrado por el equipo editorial de tamaño emporio periodístico, fue si publicar o no lo que supuestamente era una carta (deducción hija del sobre que la contenía); la letra era por demás pobre, casi ilegible, como si en efecto hubiese sido escrita por un ciego. Decidieron finalmente contactar al cantante mismo, quien luego de ser convencido acerca de las ventajas de publicar una carta que pudiese ser leída y comprendida, decidió dictar otra a su asistente personal y secretaria:
“Estoy destrozado. En estos tiempos en los cuales las teorías conspirativas son la crème de la crème, he decidido luchar por mi honor e integridad artística. No soy un ciego falso, ni autoinfligido.
“Les aseguro que mi vida es una tortura. Soy uno de los hombres más ricos, sin embargo, no soy capaz de ver, observar y disfrutar a través de mis ojos todo aquello que el dinero puede comprar; soy incapaz de saborear las enormes ganancias que ustedes, queridos admiradores, me obsequian a través de su pasión. Tortuoso.
“Quizá dirán que al menos debería poder disfrutar de mis viajes. Imposible. Una horrenda pérdida de tiempo. Las pirámides egipcias me son descriptas como si de alguna manera pudiera imaginar de qué mierda me están hablando; incluso intentan hacer réplicas, simulando que aquellos enormes egipcios fueron alguna vez enanos, para que yo pueda sentirlas con mis propias manos; pero sin embargo, no me asombra palpar un castillo de arena.
“Los jardines colgantes de Babilonia, cuyas representaciones no puedo comprender siquiera en Braille. La gran muralla china, el volcán Fuji que alguna vez fue el hogar del inmortal Koji Kabuto… todo esto no es más que palabras de un desalmado guía turístico que solamente quiere mi dinero, y probablemente también mis chicas. Es cierto amado lector, respetado detractor: asaz complejo fue el arribo al sistema que me permite, de una vez por todas, saber si mi entourage femenino está en su punto justo, sea para no quebrar la ley, sea para nada en aguas edípicas; la rojiza degustación mensual es infalible. Volviendo al asunto de los viajes: imponentes amaneceres me son narrados desde los lujosos balcones de los hoteles más exclusivos del mundo, y yo no veo un carajo.
“Las mujeres más bellas mueren por mí (por supuesto, no de una manera shakespereana), y apenas puedo imaginar cómo luce un pecho. Siempre estoy siendo admirado por mi colección de autos, sobre los cuales me llevan de aquí para allá, ¡pero no tengo ni puta idea de qué me hablan macho! Solamente puedo sentir que algo se está moviendo, y la misma voz que pregunta: ‘Come stai André?’
“Apenas puedo hablar positivamente de la comida, algo que realmente me excita de todas las formas posibles que se puedan imaginar; y sí, también me hace morir de esa manera shakespereana. Le agrega una textura y sabor de mi agrado. El solitario lado negativo de ello, es que en ocasiones, pero muy de vez en cuando, algún hijo de una viciosa y gran puta pone un bichito en mi plato; sospecho que Stevie puede ser el culpable. Usualmente, es muy tarde cuando me doy cuenta de que lo que estoy a punto de tragar, no es penne al pesto.
“Entonces, queridos detractores, queridísimos admiradores: no me envidien, no me acosen; el mundo capitalista está hecho para aquellos que pueden ver, y yo no veo un carajo. Mi única esperanza está en encontrar a Pinocho, pues Él es el elegido, y estará seguramente por demás encantado de ayudarme. ¡Oh, Mesías de madera, soy tu Bartimeo!
“Con mi corazón, André Bobassi.”
La respuesta más lapidaria, y acaso definitiva, proviene de los así llamados países bajos, que en realidad es uno solo y donde además la gente es bastante alta; la firma Olof van Haneghem para el Rottersburgers Tageblatt:
“El famoso tenor (que quizá no sea invidente, ni pop, ni operático), filántropo y ex limpiador de piletas André Bobassi, pudo haber donado su entera fortuna, estimada en 7.9 trillones de Euros, a una misteriosa fundación cuyo secreto e infame objetivo sería lograr la bancarrota de todos los millonarios invidentes del mundo. La façade es perfecta y encomiable, mas las verdaderas intenciones no son tan puras. Todos los fondos recaudados son depositados en una secreta cuenta bancaria en un secreto banco situado en una isla top-secret que flota más allá de otras dos islas ultra-secretas.
“Una vez expuesta la información, el secreto se vuelve aún más grande y resulta ser un ultra-super-infinito secreto. De acuerdo a lo que sabemos, podría haber aproximadamente 3.7 billones de niveles imbuidos en el más extremo secretismo que nos separan de la pregunta principal: ¿Qué ocurre con todo el dinero que proviene de los ex billonarios?
“Uno de nuestros agentes infiltrados está en posición de afirmar que el lema de la fundación es liberar a todos los ciegos del flagelo de además ser millonarios o billonarios. Se rumorea, debido a su super-duper status secreto, que el nombre de tamaña institución es Amiguitos Ciegos mas Felices, y Sr Slavos Miroslav Espinoza su presidente honorario; un zíngaro bribón también conocido por ser durante muchos años tour manager de Stevie Wonder, además de un falso ciego. Nació en Hungría pero luego adoptó la nacionalidad ecuatoriana simplemente porque así lo quiso. Otros argumentan que su amor por las bananas y la excelsa música de Delfín Quishpe fueron los decisivos factores que lo motivaron a adoptar la condoreada bandera sudamericana.
“El mismo Espinoza señaló recientemente en una entrevista secreta, dada a un periodista secreto que trabaja para una revista secreta que ser ciego y además millonario o billonario es como ser castigado con un penal y una tarjeta roja por la misma falta; todos sabemos que sufrir un doble castigo por un hecho simple y único no es justo. ¡Va en contra del sentido común!”
La verdad, no secreta sino real, es que el paradero del tenor André Bobassi es un misterio; sin embargo, algunos rumores indican que podría estar viviendo un apasionado y tormentoso romance con Pinocho; mientras que otros susurradores de chismes afirman que apenas son amigos, tramando de este modo dar a luz a un cierto movimiento social que, según fuentes ultra-top-súper-duper-tupper secretas, sacudirán al mundo y lo quemarán para transformarlo en cenizas resurrectivas. Los últimos rumores indican que el último par de rumores son sandeces, y que todo este desparramo de palabras y citas de ficticias fuentes periodísticas (como todo ejercicio semejante que es apenas una variación de la ficción) y vanos intentos humorísticos no son para nada efectivos. Pero lo que sí sabemos certeramente es que la hermosa (ahora dudosa o sospechada) pareja estarían considerando construir una habitación más, protegida por un complejo sistema de alarma contra incendios, en su casa de campo ubicada en los suburbios de Lyon (1). Mas la pregunta permanece sin respuesta: ¿es esto un rumor, parte de un inpronunciado chisme, o simplemente una mera posibilidad irrealizada flotando sobre las aguas de las infinitas probabilidades?
(1) No faltan aquellas voces que aseguran haber visto al exitoso ex cantante, caminando sin ningún tipo de ayuda, y brincando alegremente por las calles. También están aquellos que aseguran haber visto al enamorado André, luciendo sus gafas oscuras durante una típicamente inglesa jornada gris. Otros, reivindican a la pizza a la piedra como la mejor.
(2) Si llevamos a tal pregunta un poco más lejos aún, sin llegar a extremos donde es imposible verla con claridad, ¿es acaso plausible imaginar que esa falta de visión supuestamente sufrida por la Iglesia sea la causa de los abusadores toqueteos sufridos por inocentes niños?