El que no sabe, y no sabe que no sabe, es un tonto; evítalo.
El que no sabe, y sabe que no sabe, es un niño; enséñale.
El que sabe, y no sabe que sabe, está dormido; despiértalo.
Mas el que sabe, y sabe que sabe, es un sabio; síguelo.
Antiguo proverbio árabe