El enamoramiento es la calentura de la emoción.
Por lo tanto, cualquier decisión tomada bajo semejante hechizo será… seguramente desastrosa.
Viejo adagio persa compartido por un personaje ficticio dentro de un sueño olvidado:
“Su palabra tenía menos peso que las promesas hechas por un hombre mientras disfrutaba las maravillas de una fellatio.”