Compartidas con un dejo de picardía en sus ojos estas fueron las últimas palabras de mi abuelo, quien también fue mi primer maestro:
Querido Abu, nunca des un consejo sin que te lo pidan.
Compartidas con un dejo de picardía en sus ojos estas fueron las últimas palabras de mi abuelo, quien también fue mi primer maestro:
Querido Abu, nunca des un consejo sin que te lo pidan.
Para continuar desvelando los secretos alquémicos de Abu Kasem, ingresa tu dirección de e-mail debajo.