Anoche, a las postreras horas del decimoquinto día del mes de Mayo perteneciente al año 2006 de nuestro Señor Padre, precisamente a las 11:43 pm (BST), en algún lugar sobre este planeta, el chiste más viejo del mundo cesó de existir. Aparentemente, durante el fatídico cuadragésimo segundo minuto del falleciente día no pudo encontrarse una sola alma que recordara el chiste o intentase contarlo; ni siquiera resonaba el eco de la última risa inspirada por él: un minuto en el olvido es suficiente para que un chiste cese de existir. Sus parientes y aquellas casi infinitas copias avatariales forjadas durante su destacada vida, expresan su dolor y condolencias.
Mientras tanto el término suegra, abrumado y saturado luego de una historia abarrotada de abusos y conexiones con negatividades máximas y una pésima prensa, amén del cansancio atroz de estar siempre rodeado de insultos y desagradables observaciones, intentó inexitosamente quitarse su propia vida, colgándose desde una discreta página de una deshilachada copia de la Encyclopaedia Mundialis. Curiosamente, y luego de que el fallido intento hubo sido reportado a las autoridades bibliotecarias gracias a la palabra samaritano, la cual estaba dando un paseo por el decisivo estante, el término acosado por tendencias depresivo-suicidas está siendo buscado como nunca antes en todos los diccionarios del mundo, tanto impresos como en línea; sin embargo esto es lo que los ansiosos buscadores son capaces de leer una vez que se lo encuentra: suga.
Hoy, la ya no más deprimida palabra descansa en la Rue Bergamasque, número 89, de la neutra Ginebra. Ansiosamente, los escritores y comediantes de baja estofa esperan una recuperación exitosa
Bien podría valer la pena comentar que términos tales como dios, amor, promesa, verdad y cantar están sufriendo síntomas extremos de esquizofrenia.
La sucesión por el muy deseado trono de el chiste más viejo del mundo, está en marcha.