Vivimos en una dimensión en la cual la elección es una tarea ineludible: somos libres para elegir, mas sólo cuando rompemos los patrones condicionantes que nos han sido enseñados.
Sin embargo, aún continuamos esclavizados por aquella tarea que la gente denomina elección.
Es por esto que se ha dicho que la mayor libertad es no tener elección posible.