Si crees en Dios, y existe: no le importa un carajo, porque no te necesita.
Si no crees en Dios, y existe: no le importa un carajo, porque no te necesita.
Si crees en Dios, y no existe: no importa un carajo, porque alguien que no existe no puede preocuparse de que no creas… sobre todo cuando no le hubiera importado de haber existido.
Si no crees en Dios, y no existe: no importa un carajo, porque alguien que no existe no puede preocuparse de que tú creas en él o no… sobre todo cuando no le hubiera importado de haber existido.
En conclusión: no importa un carajo.